Una rinoplastia es una operación de cirugía estética que tiene como objetivo la transformación del aspecto de una nariz, haciendo modificaciones en su tamaño y forma, de manera que se consiga un conjunto armonioso con todo el resto del rostro. Como en toda intervención quirúrgica, tras la rinoplastia, el postoperatorio implica algunas molestias, ante las que conviene estar prevenido.
El éxito de la rinoplastia y postoperatorio depende en gran medida de la profesionalidad del centro y del cirujano en cuyas manos nos pongamos. En principio, debe informarnos sobre cuáles pueden ser los efectos reales que podemos esperar de una rinoplastia, cuya meta no es la perfección, sino que estemos a gusto con nuestra nariz.
Debemos conocer los detalles de uno de los momentos clave de la rinoplastia, el postoperatorio, qué es normal que nos pase, durante cuánto tiempo y demás dudas que se nos planteen. Tras una rinoplastia vamos a pasar algunas semanas con hematomas e hinchazón en la cara. Tendremos taponados con gasa los agujeros de la nariz dos días y los puntos se retirarán a la semana.
Una rinoplastia, con postoperatorio incluido, supone un par de días de reposo absoluto y dos semanas, al menos, sin practicar deportes o actividades extremas. Convendrá esperar un par de meses tras una rinoplastia para tomar el sol y cuidar al máximo no sufrir golpes o frotarnos la nariz.
También es importante tomar precauciones al lavarnos la zona, al aplicarnos cosméticos y si necesitamos usar lentes, para todo lo cual nos asesorará el médico.