
Los tratamientos estéticos para eliminar la grasa corporal han evolucionado en los últimos tiempos en una progresión espectacular buscando, además de eficacia, minimizar los riesgos y molestias en el paciente. En este marco surge la técnica de la lipolisis láser, como una forma de lipoescultura corporal, que se basa en el efecto del láser de baja potencia rompiendo las células de grasa, en un proceso conocido como lipolisis.
Básicamente, la lipolisis láser ha demostrado ser efectiva en tratamientos de personas que no sufren acumulaciones de grasa de grandes dimensiones. Desde luego, la lipolisis no es adecuada para personas con problemas de obesidad, ni aquellos cuyo Índice de Masa Corporal supere el 30 por ciento.
Pero, la lipolisis láser sí es un método perfecto para combatir la grasa en pequeñas zonas, de no más de 500 ml. A su favor, que se trata de un sistema indoloro y poco invasivo, ya que el láser lo que hace es estimular un proceso natural del propio cuerpo, la lipolisis, en el que las células adiposas rotas se transforman en líquido fácilmente eliminable por el organismo.
Como además, la energía infiltrada por la lipolisis láser sirve para estimular la creación de colágeno, tenemos un segundo efecto positivo, ya que sirve de reafirmante de la piel, de forma que combate la flacidez. Las sesiones tienen una duración de entre una y dos horas y se puede reanudar la actividad normal en 24 horas y la práctica de ejercicio físico en las dos semanas posteriores al tratamiento de lipolisis.