
La
cirugía estética de aumento de mamas sigue protagonizando el mayor porcentaje de las intervenciones de cirugía plástica que se realizan a nivel mundial. Por supuesto, y pese a ciertas experiencias que han causado alarma en momentos puntuales, este tipo de
cirugía se ha perfeccionado considerablemente en los últimos años.
Dos son, básicamente, las claves del éxito completo de una intervención de cirugía para conseguir un aumento de mamas. Por un lado está la elección correcta del tipo de implante que más conviene a cada caso y, por otro, la vía de abordaje que se decida para realizar la operación.
Respecto a la zona por la que se decida acometer la cirugía estética de aumento de mamas, las más habituales son por el margen inferior de la areola o por debajo de la mama. En ambos casos la cicatriz queda totalmente disimulada. Existen otras vías de acceso para colocar el implante de mamas, bien por el área umbilical, bien por el axilar, pero no son muy usadas porque no implican ventajas apreciables.
En cuanto a los tipos de implantes que se usan para una cirugía estética de aumento de mamas, además del tamaño es muy importante que acertemos con la forma más adecuada a nuestra estructura corporal. Las dos formas utilizadas son la redonda o la de lágrima. Los implantes redondos para aumento de mamas dan un aspecto algo más artificial pero proporcionan un bello escote. Los de lágrima dan a nuestro pecho una línea más natural tras realizarse esta operación de cirugía estética.