
Lo primero que hay que considerar cuando hablamos de Ozonoterapia es que no se trata de una medicina alternativa, sino que se ha reconocido como una forma de medicina natural que puede aplicarse sola o en combinación con otros tratamientos de los considerados tradicionales. Este reconocimiento de la Ozonoterapia es consecuencia de su demostrada eficacia como herramienta para combatir todo tipo de problemas de salud.
Muchos son los campos en los que se puede trabajar con Ozonoterapia, tanto en la medicina estética como para resolver problemas de cáncer o enfermedades autoinmunes, en tratamientos para la cirrosis hepática, en enfermedades reumáticas, trastornos circulatorios o de la piel. Se utiliza el ozono con pacientes con esclerosis cerebral o parkinson, igual que para solucionar hemorroides, fisuras anales o cistitis.
Un amplio abanico de aplicaciones que se explica porque la Ozonoterapia actúa produciendo una mejora sobre el sistema metabólico de manera integral. Con esta técnica lo que se hace es que se incremente el nivel de oxígeno en el organismo y estimula ciertas reacciones químicas naturales en el cuerpo que consiguen que mejoran cueras patologías.
En la rama de la medicina estética,
la Ozonoterapia se usa
en los tratamientos de belleza como
terapia antienvejecimiento, para combatir la
celulitis o para
eliminar cicatrices, por ejemplo. Se trata de un tratamiento rápido, eficaz y barato, de ahí que sean muchos los profesionales que apuestan por esta línea de trabajo.
Otros beneficios del ozono sobre el organismo tienen que ver con su capacidad de actuar sobre el dolor y sus propiedades antiinflamatorias.