Que la preocupación por
el aspecto físico va a seguir con su tendencia ascendente en los
próximos años es algo que nadie discute. Y que su gran demanda solo
se ve frenada por el reparo que sienten muchas personas a someterse a
técnicas invasivas y que suponen cierto riesgo, tampoco es materia
de discusión. Por eso, una técnica como la Bioplastia, que
produce efectos tan positivos en la mejora del aspecto y cuyo
funcionamiento es poco invasivo, tiene todo su futuro asegurado.
La Bioplastia es
un tratamiento estético indoloro cuyo objetivo es modelar distintas
partes del cuerpo o rostro humano, sin efectuar cortes, por lo tanto
sin producir cicatrices. Todo su funcionamiento se basa en la
aplicación de diferentes tipos de implantes que permiten corregir
toda clase de defectos, desde la flacidez de los tejidos hasta la
escultura de cualquier zona del cuerpo.
Los implantes de la
Bioplastia se introducen en el cuerpo a través de diminutos
orificios, que permiten que se coloquen en zonas profundas, gracias
al uso de unas microcánulas. Los materiales de estos implantes son
absolutamente seguros y antialérgicos, de manera que es imposible
que los paciente de un tratamiento de Bioplastia sufran ningún
tipo de rechazo.
Otra de las grandes
ventajas de la Bioplastia es que solo precisa de la aplicación
de anestesia local, lo que reduce al mínimo los riesgos para el
paciente. Tampoco necesita ingreso hospitalario, lo que reduce sus
costos, y el periodo de recuperación es mucho menor que en una
cirugía convencional.