Las operaciones plásticas están abriendo un nuevo campo, con excelentes resultados y múltiples aplicaciones, que hasta hace poco era demandado muy minoritariamente, y que no es otro que el de la cirugía estética vaginal. Se trata de un conjunto de diferentes intervenciones quirúrgicas que tienen por objeto devolver a la zona púbica femenina su aspecto normal.
Lo que realmente buscan las pacientes en la cirugía estética vaginal no es una mejora, como con otros tratamientos estéticos, sino recuperar la normalidad en labios, clítoris y alrededores, que se han deteriorado por diferentes motivos, entre otros el paso de los años o los partos. El mayor porcentaje de mujeres que se someten a algún tipo de cirugía estética vaginal se mueve en la franja entre los 20 y los cuarenta años.
Una de las causas que han contribuido al incremento de estas operaciones, según los expertos en cirugía estética vaginal consultados, es la moda actual de rasurarse el vello púbico y las reducidas prendas íntimas y bañadores que se usan, con lo que las imperfecciones quedan mucho más visibles.
Algunas de las operaciones de cirugía estética vaginal más habituales son la lipoescultura para moldear el pubis con láser; la labioplastia, para reducir el crecimiento de los labios menores o aumentar el de los labios mayores. Además están las reconstrucciones del himen (Himenoplastia) o de la zona perineal, estropeada por partos complejos o traumatismos. También se solicita con frecuencia, al hablar de cirugía estética vaginal, la eliminación de verrugas o el estrechamiento del canal vaginal.