
Es indiscutible la influencia de la mirada en la imagen que los demás perciben de nuestro rostro, independientemente de los grandes o bonitos que sean nuestros ojos. Lo que modifica el aspecto general de nuestra cara es que estos luzcan tersos, sin bolsas o arrugas que endurezcan y hagan más triste la mirada, algo que se consigue fácilmente con una cirugía de párpados.
El nombre técnico de
blefaroplastia es el que define las operaciones de estética que consisten en una cirugía de párpados. Se utiliza en los casos en los que la
mirada del paciente aparece como cansada y apagada por efecto de unos
párpados hinchados, con un exceso de grasa, que hace que caiga la
mirada.
Con la cirugía de párpados se elimina esa grasa excesiva y se recolocan las líneas de expresión de los ojos, con un efecto de rejuvenecimiento muy visible. Hay que advertir a los pacientes que la cirugía de párpados, en manos de un buen profesional, ha mejorado mucho sus técnicas por lo que no hay que temer que se cambie de manera artificial la expresión de los ojos.
Para conseguir sacar el máximo partido de una cirugía de párpados es importante seguir algunos consejos para el postoperatorio. Aunque es cierto que alrededor de pasada una semana de someternos a una cirugía de párpados podemos retomar una vida normal, es mejor que las actividades de más esfuerzo se releguen un tiempo. No dormir boca abajo, ni tomar el sol son otras pautas básicas. Las lentillas y el maquillaje es mejor que no se usen al menos durante dos semanas.